Un edificio partido por la mitad que se sostiene en el aire. Eso es lo que encuentran los turistas y habitantes en la zona de Covent Garden, en Londres, Inglaterra.
Se trata de la obra "Take my Lightning but Don’t Steal my Thunder", del artista Alex Chinneck, quien se caracteriza por mezclar la arquitectura con trucos de ilusionismo.
Según explicó el propio Chinneck, su "edificio mágico" tiene doce metros de largo e imita a las construcciones originales que había hace 184 años en Covent Garden.
La ilusión óptica del edificio que flota se crea mediante el uso de un contrapeso suficientemente fuerte para soportar la mitad superior de la estructura, mientras que una viga de acero oculta en el interior de un puesto verde soporta el voladizo de 12 metros de largo, consignó El Mundo.es.
"Usted no puede decir cuál es la diferencia entre lo falso y lo real, aunque lo toque y lo vea. Está flotando. Es extraordinariamente complicado", puntualizó Alex Chinneck en declaraciones a The Telegrahp.