Se miró al espejo y se dio cuenta de que no era Matthew McConaughey.
Rory Curtis es un británico que en 2012 sufrió un accidente automovilístico que lo tuvo al borde de la muerte.
El joven estuvo seis días en estado de coma y al despertar creía ser el último ganador del Oscar al mejor actor. Y eso no es todo, ya que además hablaba fluidamente francés, idioma que apenas estudió en un nivel básico en el colegio y que pudo dominar en la clínica al conversar con una enfermera de origen africano.
"No puedo recordar mucho pero sé que pensaba que era Matthew McConaughey. Cuando fui al baño y me miré al espejo me sorprendí porque no me veía como él", dijo Curtis en palabras recogidas por Daily Mirror en su versión digital.
"Con el tiempo me di cuenta de que no era él. Pero varias veces estaba en el hospital pensando: 'No puedo esperar para salir para filmar", agregó Curtis.
Los médicos del Hospital Birmingham Queen Elizabeth explicaron que el joven había sufrido una hemorragia multifocal intercraneal, es decir que sus vasos sanguíneos habían reventado y la sangre se le filtró al cerebro, según consiga The Telegraph.
El hombre pudo recuperarse gracias a un tratamiento con una droga experimental, aunque de igual modo no recuerda el accidente. Pese a esto reconoce que el suceso le cambió la forma de ver y enfrentar vida: "ya no puedo salir de casa sin abrazar a todos y decirles que los quiero".