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El miedo de los niños en Halloween

Entender el temor de los más pequeños, acogerlos y evitar episodios de terror, son algunas de las recomendaciones para esta Noche de Brujas.

Nadia Iturriaga

Miércoles 31 de octubre de 2012

Este miércoles por la noche se celebra Halloween, la famosa fiesta de origen celta, que anticipa el Día de Todos los Santos. Disfraces, historias de terror y toda expresión tenebrosa marca la tónica en esta Noche de Brujas y por eso entregamos una serie de recomendaciones para que los niños que aún no comprenden el sentido de esta jornada, la disfruten a cabalidad.

¿Cómo manejar el miedo que podría generar en los niños el terrorífico ambiente de La Noche de Brujas?

Alfonso Cox, psicólogo infantil de Red Salud UC, sugirió explicarle a los más pequeños que esta fiesta es una tradición estadounidense que apropiamos para crear una atmósfera entretenida y familiar en la que ellos pueden disfrazarse para salir a pedir dulces.

 "Hay que motivarlos a utilizar disfraces no sólo asociados a la muerte o los monstruos sino que puede ser cualquier disfraz que quieran. De todos modos, los disfraces de terror no necesariamente los asustarán, especialmente si el maquillaje de la cara no distorsiona mucho el rostro de la persona", insistió el experto.

En el caso de los niños menores de 4 años que temen a los disfraces por muy inocentes que parezcan, lo recomendable es "no exponerlos a estos".

Si el niño llora, busca o pide ayuda, significa que está asustado y en los casos más extremos podrían orinarse de noche o de día, cambiar de humor, estar más inhibidos, entre otros indicios. Cox aconseja que intenten acogerlos de inmediato y además, eviten las fuentes de terror como las películas o los juegos.

Asimismo se debe comprender el miedo a la oscuridad que los menores sienten sobre todo en las noches. No es necesario forzarlos a enfrentar sus temores, sino más bien ayudar a superarlos paulatinamente.

En cuanto a los niños más grandes, el especialista indica que se caracterizan por el gusto de asustar y asustarse, por lo que recomienda que practiquen sus juegos entre pares y, en lo posible, bajo la tutela de un adulto.