"Definitivamente será uno de los momentos más importantes de mi carrera", aseguraba Adam Steltzner antes de celebrar a gritos el aterrizaje del robot Curiosity en Marte.
El científico, que trabajó durante una década en el proyecto, finalmente pudo dejar atrás sus fracasos escolares y se coronó como el exitoso líder de una misión que podría cambiar la historia espacial como la conocemos.
El hombre, que publicó una fotografía en su cuenta de Twitter con la fiesta que se desató en el Laboratorio de Propulsión de Pasadena (California) tras el exitoso "amartizaje", se aleja bastante de la clásica imagen del científico mateo, serio y de gruesos lentes.
En realidad, hablar de Steltzner es hablar de un auténtico 'rockstar', de un rebelde que encontró su causa.
"Estudiaba el sexo, las drogas y el rock and roll en el colegio", explicó Steltzner en una entrevista publicada en el portal npr.org, donde reveló detalles de su vida que no tienen nada que ver con un genio de la ciencia. "Pasé mi clase de geometría por segunda vez, porque mi profesora no quería verme nunca más", dijo el científico que se peina como Elvis Presley, viste botas de piel de serpiente y tiene perforadas las orejas. Su gran sentido del humor agrega el resto, hasta conformar un personaje que seguro explotará Hollywood en algún momento futuro, cuando se cuente la odisea del Curiosity.
Pese a su poco interés en la ciencia y a su mala racha escolar, Steltzner cambió su vida de excesos por las estrellas, un día que regresaba a casa luego de tocar con su banda. "Tenía un vago recuerdo de lo que me habían enseñado en la escuela sobre que algo se movía en relación a otra cosa", señaló el científico.
Fue ese momento en que notó la diferencia que había en el cielo luego de haber salido del concierto, lo que motivó al ingeniero a diseñar un robot que logró captar y transmitir en vivo las primeras imágenes del territorio del planeta Marte.