Durante una reciente emisión de The View, Whoopi Goldberg abordó uno de los temas más delicados de su vida: su batalla contra la adicción a la cocaína en la década de los ochenta. La actriz y conductora interrumpió el debate entre sus compañeras Joy Behar, Alyssa Farah Griffin, Sunny Hostin y Sara Haines, sobre Charlie Sheen para enfatizar que cada familia enfrenta la adicción de manera distinta.
"Cada adicción es diferente. La familia de Charlie Sheen no quería que muriera en la calle y por suerte no sucedió", señaló Goldberg, destacando que el impacto de este problema no recae solo en la persona afectada, sino también en todo su entorno.
La actriz reconoció que quienes atraviesan esta situación suelen engañar a sus seres queridos con promesas de cambio que rara vez se cumplen. "Podemos decir: 'me limpio, no lo haré nunca más', y de inmediato quienes nos aman se preguntan: '¿Qué hago ahora?'", reflexionó.
Una historia marcada por los excesos en Hollywood
Goldberg ya había relatado su experiencia en su libro de memorias Bits and Pieces: My Mother, My Brother, and Me (2024), donde confesó que la cocaína llegó a controlar su vida durante los años ochenta, en pleno auge de Hollywood y sus fiestas. "Dejaba que la droga tomara el control de mi vida", escribió.
Uno de los episodios más impactantes ocurrió en un hotel de Manhattan, cuando una empleada la sorprendió consumiendo dentro de un armario y, al verla, comenzó a gritar asustada. ¿El motivo? La actriz tenía el rostro cubierto de polvo blanco. Eso la llevó a tomar conciencia de la gravedad de su adicción: "No quería morir".
Whoopi Goldberg en "Cambio de hábitos"
Su hija, la mayor motivación
El miedo a perder la vida fue un motor para iniciar su recuperación, pero Goldberg destacó que su hija Alex fue la razón más poderosa para dejar las drogas. "Quería poner en orden mi vida por ella", afirmó.
El proceso no fue sencillo. Requirió alejarse de amigos, fiestas y ambientes que la mantenían atrapada en la adicción. Sin embargo, con esfuerzo y determinación, logró superarla y recuperar el control de su vida.