Cristián Campos enfrenta un quiebre en la relación con sus hijos, Antonio y Pedro, tras la denuncia por abuso sexual y violación presentada por Raffaella di Girolamo, hija de su expareja Claudia di Girolamo, puesto que ambos respaldaron públicamente a su hermana, compartiendo una carta familiar que detalla los presuntos abusos ocurridos cuando Raffaella tenía entre 13 y 16 años.
En entrevistas pasadas, el actor expresó su desconcierto y dolor por el distanciamiento, sin embargo, en conversación exclusiva con Primer Plano los acusó de dejarse manipular por un "chantaje" por parte de la denunciante.
"Están influenciados, están presionados, tienen una madre y una hermana muy dominante", dijo, revelando un inédito episodio donde Raffaella habría advertido intenciones de atentar contra su vida: "Cuando la Raffaella les hace saber este cuento de que fue abusada, les entrega una carta donde cuenta esta historia, y a reglón seguido, ella sugiere, advierte, amenaza, que ella podría tener una acción consigo misma".
"En caso de que eso ocurriera, les pedía que se hicieran cargo de sus hijos, si ella no estaba", agregó Campos, cuestionando duramente la postura: Dime tú, ¿qué libertad de movimiento tiene un hermano si una hermana te dice algo así? Si eso no es un chantaje emocional del diablo, ¿Qué es lo que es?".
También confirmó que, apenas se enteraron, Pedro y Antonio lo apuntaron como culpable de los hechos denunciados, sin siquiera preguntarle o darle el beneficio de la duda. Sin embargo, su mayor molestia y dolor recae en lo que pasó entre los actores y su hija Julieta, de 15 años, fruto de su matrimonio con María José Prieto.
"Ella ha tenido que vivir, hacerse fuerte y acortar su período de infancia viviendo una cochinada", comentó Campos, agregando que los mayores dejaron de ver a la adolescente de un día para otro.
"Que ellos dejaran de ver a mi hija... como que se me cortó algo adentro. No me dan ganas de hablar con ellos. Esa cosa puntual con la Julieta es lo que me desafectó", manifestó.
