En un acto colmado de emoción y reconocimiento, la Universidad de Buenos Aires (UBA) otorgó el título de Doctor Honoris Causa al legendario cantante y compositor Charly García, en una ceremonia llevada a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras. A sus 73 años, el músico fue distinguido con el más alto honor académico que concede la institución, en reconocimiento a su vasta trayectoria artística y su impacto en la identidad cultural del país.
El evento fue presidido por el rector Ricardo Gelpi, junto al decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Ricardo Manetti, y la vicedecana Graciela Morgade. La laudatio estuvo a cargo de Lisa Di Cione, titular de la Cátedra de Música Popular de la carrera de Artes, quien remarcó la relevancia de la obra de García en el desarrollo del arte argentino.
Frente a un aula repleta, Charly García agradeció visiblemente emocionado: “Gracias a la Universidad por este reconocimiento tan importante. Desde ahora pasaré a llamarme doctor Charly García”, expresó tras recibir el diploma.
En los fundamentos de la resolución universitaria se destaca: “Con una trayectoria artística de más de cincuenta años, la extensa obra musical de Carlos Alberto García Moreno -más conocido como ‘Charly García’-, lo hacen una personalidad destacada del arte y la cultura argentina”.
Durante su discurso, el decano Ricardo Manetti remarcó el significado del homenaje dentro del ámbito de la universidad pública: “Charly es un símbolo de nuestra cultura nacional y justamente cuando hablamos de nuestras universidades nacionales y públicas, es lógico que todos nos sintamos muy felices, por lo que significa hoy poder celebrar este homenaje a Charly”, dijo.
El reconocimiento se suma a una lista de importantes premios recibidos por el músico, entre ellos el Premio a la Excelencia Musical otorgado por los Latin Grammy en 2009, el Premio Konex de Platino (1985) y el Premio Konex Mención Especial (2025).
Asimismo, se recordó uno de los hitos más notables de su carrera: la creación de la ópera-rock “La Hija de la Lágrima” (1994), presentada a sala llena en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, marcando un momento de fuerte repercusión artística y mediática.