Después de más de una década de relación y apenas seis meses de matrimonio, la historia entre Maly Jorquiera y Sergio Freire llegó a su fin tras una infidelidad del comediante con una fanática. Aunque ambos intentaron darse una nueva oportunidad, la ruptura definitiva se concretó en marzo pasado, tal como confirmó la actriz y standapera meses después.
Hoy, Maly atraviesa un proceso de reconstrucción personal, centrada en su hijo Lucas y en mantener una relación cordial con su expareja por el bienestar del niño. A pesar de la mediática separación, la comediante ha optado por sobrellevar el quiebre con serenidad, apostando por el respeto y la madurez.
"Yo soy de paz. Me encantaría ser más altanera, pero no me sale, no me resulta. Me encanta esa gente que va al choque, pero yo no. Funciono desde el amor y el respeto por el padre de mi hijo. Yo lo adoro, y estamos separados desde el amor", explicó en conversación con Las últimas Noticias.
Tras esto, aseguró: "No tengo el don del odio ni de la pelea, nunca he sido así. Sigo el ejemplo de Pampita".
Lejos del rencor y las confrontaciones, Jorquiera comentó que mantiene una convivencia armónica con Freire, sobre todo en los momentos compartidos como cumpleaños y celebraciones. "Las cosas pasan y hay que enfrentarlas como adultos, cada uno sabe sus responsabilidades y yo siempre lo voy a querer", aseguró.
En esta nueva etapa, la artista asegura estar enfocada en rearmarse emocionalmente y "rearmándome y cuidando a mi hijo", reconociendo que no está preparada para otra relación y que "voy a morir sola con mi hijo, jajaja… no, no voy a morir sola, pero estoy en una etapa de duelo".
"Por ahora no estoy ni ahí, ni ahí, ni ahí. Yo quería una familia y ya la tengo, una familia moderna. Así que no me llamen ni me busquen, los odio a todos, jajaja", concluyó.