Edo Caroe ha consolidado su carrera como uno de los comediantes más exitosos de Chile. Su aplaudido paso por el Festival de Viña 2025 reafirmó su posición como figura clave del humor nacional, con rutinas que incluso han trascendido fronteras. Sin embargo, tras ese éxito hay una batalla interna que el propio artista reveló recientemente: el síndrome del impostor.
En conversación con la periodista Javiera Quiroga, Caroe abordó el costo emocional que le significa estar constantemente enfrentando nuevas metas. "Puede ser por esas decisiones que tomé, y que uno no sabe cómo llegó a cierto lugar, y a uno lo hace como dudar. Yo al menos tengo súper identificado lo que me lleva hasta ese punto, y por lo general es cuando termina un show y tengo que empezar otro", confesó.
El comediante reconoció que, a pesar de los aplausos, existen momentos en los que su confianza se ve profundamente afectada.
"Por ejemplo, Viña del Mar. Terminó mi rutina 'Peligrosamente bien', ya la vio todo el mundo, y cuando me pongo a escribir, no sé si voy a lograr ser chistoso como en la rutina anterior. En ese intertanto es cuando las inseguridades comienzan y pienso que viene un declive", explicó.
Caroe también compartió un episodio complejo vivido en el extranjero. "En España me dio un colapso nervioso terrible, sentía que no tenía nada. La decisión fue seguir haciendo cosas y seguir inspirándome. Ir contra la corriente de lo que estaba sintiendo".
Ahora, como fruto de esa lucha interna, nació su próximo espectáculo titulado precisamente "No tengo show", una declaración abierta sobre su proceso creativo y emocional. "Va de la mano con esto, callar esas voces que siento y me llenan de inseguridad", acotó.