Ignacia Fernández, flamante ganadora de Miss Mundo Chile 2025, está acaparando titulares en el extranjero por una presentación musical que rompió los esquemas: una interpretación gutural de death metal progresivo en plena semifinal del certamen. Sin embargo, detrás de esa puesta en escena que sorprendió al mundo, existe una historia mucho más íntima y profunda.
En conversación con 24Horas.cl, la joven reina de belleza abrió una puerta a su mundo interior: una vida que gira en torno al bienestar animal y la convicción. Una vocación que, según confiesa, nació en su infancia en Huechuraba, donde el abandono animal era parte de la cotidianeidad.
"Desde muy chica yo rescato animales. Veía cómo la gente botaba perritos y gatos. Encontré animales en cajas, en bolsas, perros que los tiraban al frente mío… y todo eso terminaba en mi casa", recordó.
Fue justamente esa realidad la que la marcó para siempre, llevándola a tomar importantes decisiones: a los 14 años decidió ser vegetariana, y a los 19, vegana; pero no por moda, sino por un compromiso profundo y moral.
"No dejé la carne porque no me gustara su sabor, sino porque, para mí, no valía la pena comer animales", explicó.
Pero quizá uno de los capítulos más sensibles de su historia tiene nombre: Ernestito. Su perrito rescatado, en pésimo estado, al que los veterinarios le dieron tres meses de vida.
"A él lo rescaté hace un año y medio… estaba muy mal. Pensé que tendría que dormirlo, porque le dieron tres meses de vida, pero me duró un año y medio. Él fue muy feliz y yo fui muy feliz con él", relató.
Ernestito murió en agosto, poco antes del concurso.
"El respeto por la naturaleza y los animales es fundamental"
Ignacia explica que su casa siempre fue un refugio. "Perdí la cuenta", admitió entre risas, recordando los años en que convivió con "tres perros propios, tres perros adoptados, un gato, un conejo, un hámster, una tortuga y muchos peces. Todos al mismo tiempo".
Por eso, cuando Ignacia habla de su paso por Miss Mundo, lo hace desde un lugar distinto, donde las coronas, vestidos y pasarelas pasan a segundo lugar: "Participar en Miss Mundo no fue para ganar una corona por bonita. Yo veo una oportunidad para visibilizar causas sociales y animalistas que me mueven y me tocan el corazón", afirmó con convicción.
Y es en esa convicción que sostiene todo lo que viene, pues Ignacia quiere ser más que una reina de belleza; aspira a ser una voz para defender a aquellos que no la tienen, desde el duelo –por la pérdida de Ernestito– y la empatía.
"Tomo esta oportunidad para alzar mi voz y visibilizar cosas que hoy son súper necesarias. El respeto por la naturaleza y los animales es fundamental. Con un poco más de empatía, podríamos vivir en un mundo más humano", zanjó.
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