Lo que comenzó como una simple ampliación terminó convirtiéndose en un hallazgo digno de una película. José Morales, un vecino de Cerrillos, descubrió junto a su almacén un conjunto de túneles y objetos antiguos que hoy despiertan la curiosidad de los vecinos y expertos.
El almacén, que dejó de funcionar en 2020, sigue vivo gracias al entusiasmo de su dueño, poeta y escritor, cuya historia dio un giro cuando, al derribar un muro para ampliar el local, se topó con misteriosas catacumbas y antiguos cartuchos de armas.
En conversación con El Medio Día, Morales relató que "boté los muros y me encontré con esas cavernas. Encontré cartuchos de pistolas, de escopetas, y eso me dio para pensar que se escondieron guerrilleros".
El hallazgo despertó todo tipo de teorías. De hecho, Morales apuntó a que serían objetos de hace 300 años y, de paso, admitió que muchos de ellos los desechó por no encontrarles valor aparente.
Consultado sobre el caso, el historiador Cristóbal García-Huidobro explicó que la zona, antiguamente ubicada extra muros de Santiago, comenzó a desarrollarse recién en el siglo XX, cuando era aún una zona rural.
"Habría que esperar qué determinen los arqueólogos: si estos túneles pertenecen a una antigua hacienda o a un sistema de bodegaje", indicó.
Respecto a la hipótesis del propietario, el experto fue más cauteloso: "Con todo el respeto para don José, dudo que sean armas de hace 300 años, porque las armas de cartucho son del siglo XIX. Podría tratarse de un escondite usado por bandoleros o incluso durante la época de la Independencia".
Por ahora, don José sigue exhibiendo parte de lo que considera sus joyas y tesoros, y cobrando $1.000 por el ingreso, mientras que los vecinos observan cómo un almacén podría esconder un fragmento de la historia de la capital.