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"Vivir al revés": la película que fue filmada a lo largo de más de una década

Filmada a lo largo de más de una década, con pausas de varios años y sin ayuda de financiamientos estatales en ninguna de sus etapas, la película “Vivir al revés” (2023) del director Mauricio Salomón Álamo ofrece una delirante mirada sobre los conflictos no resueltos de una familia. El estreno será el 6 de abril en la Cineteca Nacional.

24horas.cl

Jueves 30 de marzo de 2023

“Esta es una historia donde la vejez y el deseo de un hombre homosexual se expresan en claves de humor, absurdo e irrealidad”, señala el director Mauricio Salomón Álamo. “Con el poeta y actor protagónico Enrique Giordano nos une una amistad de muchos años. Siento una gran admiración por él, especialmente por su libro El Mapa de Amsterdam (1986), escrito durante sus años como profesor universitario de literatura en EE.UU., donde realiza uno de los primeros y más determinantes acercamientos de la poesía chilena a los temas LGBT. Por lo mismo, me interesaba mucho entregarle la más absoluta libertad actoral para que aportara ese conocimiento estético y experiencia para la creación de este padre que debe enfrentar a sus dos hijas, interpretadas por las actrices Francisca Lewin y Claudia Vergara”. 

En términos generales, podemos resumir esta película como la historia de un regreso. Enrique vuelve a la antigua casa donde vivió alguna vez para solucionar el destino que le darán a la propiedad con sus hijas, quienes todavía viven en ella, pero que mantienen con él una relación que parece transitar del cariño al odio, especialmente en el caso del personaje de Francisca Lewin, quien intentará por todos los medios de vengarse de su padre a través del robo de dinero y el engaño. Esta situación, que en la película parece expresarse a través de un esquema narrativo digno del genero del melodrama, estará también cruzada por una secreta fantasía del personaje interpretado por Giordano: poder tener relaciones sexuales con el mismo, pero cuando era joven. Para ello asistiremos a una serie de escenas donde, como si de un antiguo archivo audiovisual se tratase, se nos muestran fragmentos del pasado asociados a este deseo que lo ha acompañado a lo largo de su vida.

Para Giordano, lo importante de su personaje es que fue construido con un sentido más bien paródico en tanto “a través de este recurso humorístico puede dignificar su vejez y asumirse como una persona con la capacidad de afirmar autónomamente sus opciones de vida, las que podrían parecer contrarias a las del deber ser de un padre y totalmente erradas, pero que en su caso son una reacción consciente ante la discriminación de la tercera edad en relación al deseo y el paso del tiempo”

Y es que para el director la improvisación, el humor, la casualidad y especialmente el paso del tiempo son ya una marca de fábrica de su filmografía.

“Vivir al revés” pertenece plenamente al campo de la ficción. Pero no a cualquier ficción, sino a una que se basa en múltiples referencias biográficas, literarias y visuales que se despliegan a lo largo del filme como elementos significantes que se ofrecen a un espectador que esté dispuesto a dejarse llevar por una narración donde se expone fragmentariamente una historia que escapa a las convenciones de la lógica y el realismo.

Así, por ejemplo, una pareja de argentinos interpretados por Paulo Brunetti y Francisca Márquez, aparecen en determinado momento como posibles compradores de la casa familiar que se encuentra en venta; pero a la vez aportan un delirante momento en que los vestuarios cambian como por arte de magia y los diálogos se vuelven casi fragmentos teatrales.

“Para mi el trabajo con Raúl Ruiz ha sido determinante”, señala Alamo. “Tuve la inmensa fortuna de trabajar con él en una escena de Días de Campo (2004) y aprendí mucho de su personal manera de construir el relato y el lugar de la actuación. Los quiebres narrativos y la presencia cotidiana de elementos surrealistas han sido las mayores referencias que he considerado a la hora de introducir personajes en este trabajo como sucede con la pareja argentina”.

Y son esos detalles, en apariencia inconexos, los que adquieren nuevos sentidos en esta película en cuyo lenguaje visual se dan cita formatos de grabación análoga y digital que, por un lado, nos advierten de los más de 10 años que demoró la filmación; pero que desde una perspectiva estética nos hacen pensar en una suerte collage en que la ensoñación, el inconsciente y la realidad del presente, magníficamente registrada en 2016 por el director de fotografía Sergio Armstrong en formato anamórfico, conviven sin conflictos en una historia que parece declarar que esta película, más que estar centrada en la carrera por la obtención de fondos y la circulación en festivales, es ante todo voluntad y compromiso personal con un proyecto que construye otras formas de mirar la vejez, la disidencia sexual y la familia.

Revisa el tráiler