Tras casarse con Alwaleed Bin Talal, nieto del Rey fundador de Arabia Saudita, por lo tanto príncipe de ese lugar, Ameerah Al - Tawel se convirtió en princesa.
Pero como quebrantó las reglas de su país, Ameerah decidió divorciarse y continuar con su lucha por el empoderamiento de las mujeres.
Graduada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de New Haven (Connecticut, Estados Unidos), esta mujer de 33 años dedica su vida a actividades filántropas y promociona un nuevo tipo de mujer: una árabe moderna.
Por ahora ella continúa siendo vicepresidenta de la Fundación Alwaleed Philantrhopies y forma parte del consejo de administración para la fundación Silatech.
Ameerah bint Aidan bin Nayef Al-Taweel, su extenso y verdadero nombre, ya ha visitado más de 70 países en los que ha duchado contra la pobreza y ha intentado desarrollar los medios para lograr el empoderamiento y la protección de los derechos de las mujeres.
Algunas de sus iniciativas más importantes son su visita a Pakistán, donde promovió ayuda humanitaria a las víctimas de la inundación en 2010. Junto con esto, inauguró el Centro de Estudios Islámicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), junto con el príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II.
A los eventos públicos, la princesa Ameerah asiste vestida al estilo occidental, es bastante activa en redes sociales y hasta maneja un auto, lo que está prohibido para las mujeres de Arabia Saudita.
Ameerah ha demostrado que no le interesa lo que piense el mundo de ella, ni seguir con las reglas que le impongan. Su actitud revolucionaria y filántropa la ha llevado a continuar con su título, y ser admirada alrededor del mundo.