Todo comenzó con cinco amigos y una foto a la orilla del lago Copco, en California, y se transformó en una tradición. John Wardlaw invitó a sus cuatro mejores amigos a pasar el verano en la cabaña de sus padres en 1987 y se fotografiaron en el borde del balcón, la misma pose que han mantenido por 30 años que llevan capturando su imagen cada cinco años.
"Por alguna razón, todos decidimos posar con expresiones oscuras y misteriosas. Seguro creíamos parecer unos ganadores", contó Wardlaw.
Cinco años después, el dueño de casa sugirió repetir el viaje y recordaron la primera imagen y la volvieron a tomar. Luego, cuando completaban la tercera estadía en la cabaña del lago, en 1997, sellaron el pacto: capturar la misma imagen cada cinco años hasta que muriera el último de los amigos.
"Las prioridades eran tan distintas en esa época. Sólo pensaba en verano y mujeres", recuerda Wardlaw, hoy director de cine.
Las particularidades de la primera imagen es que uno de los amigos tenía un sombrero para el sol, pero lo apoyó en su pierna al momento de posar. Igual que otro de los integrantes, que minutos antes había atrapado una cucaracha en un frasco y aparece mostrándolo como trofeo.
Estos detalles decidieron mantenerlos durante los 30 años que han reflejado en las fotos.
