El 12 y 13 de octubre de 1990 se desarrolló uno de los conciertos más grandes e importantes que se tenga registro en la historia reciente de nuestro país. El Estadio Nacional fue el escenario donde se llevó a cabo este evento, que destacaba más que por sus artistas, por el significado que este tenía para Chile.
Los organizadores de este concierto lo denominaron como "Desde Chile... Un abrazo a la esperanza", algo que según especialistas significaba un nuevo nacimiento cultural para un país que venía saliendo de la dictadura, y que se encontraba con una democracia todavía frágil. Este era el segundo y exitoso intento de realizar esta actividad, ya que en el año 1988 no se pudo realizar, debiendo trasladarse a Mendoza.
Uno de los puntos fuertes de la primera jornada y que desató la locura del público fue uno de los grupos más importantes de los 90', "New Kids on the Block", el cual según indicó el periodista de TVN que cubrió dicho evento, Hernán Rojas, fueron quienes pusieron mayores condiciones, logrando emitir solo una de sus canciones por televisión.
El segundo día estuvieron otros artistas de renombre, tal como Sting, Sinéad O'Connor y Peter Gabriel, este último tocando con la agrupación chilena Inti-Illimani. Según recuerda el músico de dicha banda, Marcelo Coulón, en el recinto de Ñuñoa habían "ganas de gritar solidaridad, ya basta de malos momentos, vamos, que el arte nos va a sanear".
Cerca de 80 mil personas esperaron largas horas para poder disfrutar las 17 horas de música y arte, intentando mirar con optimismo el futuro, que contó también con grandes artistas nacionales como Congreso, los msmos Inti-Illimani, además de los extranjeros, Rubén Blades, Luz Casal, entre otros.
Uno de los principales responsables de que este concierto se hiciera fue el cantante británico Sting, quien brilló en la última noche con sus temas más conocidos, siendo coreado por la multitud. Ya en el año 1987, el propio artista le había dedicado una canción a las madres de detenidos desaparecidos de Chile, por lo que en el escenario del Estado Nacional, rememoró esa "cueca sola".
En el mismo recinto donde la dictadura violó los Derechos Humanos, Sting emplazó a Augusto Pinochet, acompañado por las mismas mujeres que el acompañó en el 87'.
"Fue algo de las cosas que todavía se me paran los pelos", dijo Rojas, recordando aquel momento icónico para los 90', mientras que para el periodista musical y asistente a dicho evento, Pablo Márquez, esto era "el darse cuenta de que el mundo estaba mirando hacia Chile y que nos querían ayudar".