Dicen que hay hombres que cuidan a su automóvil como a un hijo, pero el insólito amor de este argentino por su vehículo no tiene precedentes.
En plena caída de granizos, en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), este desesperado conductor no lo pensó dos veces y prefirió exponerse él a los golpes de los granizos antes de ver el techo de su auto abollado.
Según el testigo que grabó la insólita escena, el hombre salió raudo de su casa en cuanto la granizada se puso intensa y, sin dudarlo, se lanzó a salvar a su automóvil expuesto en la calle a tan inclemente condición meteorológica.
Acostado sobre el vehículo, comenzó a moverse como si estuviera nadando, para proteger así a su indefenso coche de los trozos de hielo que caían desde el cielo. Estos, según el mismo testigo eran del tamaño de pelotas de golf.
Y parece que tan heroico acto tuvo resultados, pues el testigo dijo que cuando bajó a la calle no le pareció que el auto tuviera abolladuras.
Revisa esta insólita muestra de devoción: