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Bella actriz española toma la radical decisión de ser monja

La también modelo Olalla Oliveros sorprendió al ingresar a un convento de semiclausura. "El Señor no se equivoca. Él me hizo casting y no pude decir no", indicó.

Fernando Jimenez

Viernes 2 de mayo de 2014

Hay veces en que la verdadera vocación debe ser irrenunciable por difícil que parezca. Esto fue lo que ocurrió con la modelo y actriz hispana, Olalla Oliveros, quien decidió dejar todo atrás en la TV y el cine  y tomar el camino de la vida religiosa al hacerse monja en un convento de semiclausura.

“El Señor no se equivoca. Él me hizo casting y no pude decir que no”, dijo Olalla, en un testimonio dado a su comunidad, según consigna la agencia católica ACI-Prensa.

De hecho, ahora su nombre es Olalla del Sí de María, tiene 36 años, y forma parte es parte de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, una asociación católica con dos sedes en España.

En su vida pasada, Olalla protagonizó anuncios publicitarios para marcas muy conocidas, y tuvo roles secundarios en series populares, pero pensaba que la elegían “para papeles muy frívolos, muy vanidosos, de chica frívola".

"Y yo me decía, ¿cuándo me darán un papel de monja?, porque sentía en mi interior que de monja lo haría muy bien (...) Al llegar a Vigo -su localidad natal- mis amigas me decían 'oye, que fui a tal tienda y te vi en un catálogo'; 'oye, que te vi en un anuncio'. Eso momentáneamente te llena. Ves admiración, te reconocen (...) Pero a solas con el Señor no te puedes esconder. Y no era feliz", aseguró.

Su representante, Mirella Melero, asegura que la decisión fue totalmente sorpresiva ya que incluso “le habían dado un papel importante en una serie junto a nombres reconocidos de la interpretación".

“¿Qué es lo que me da esta fuerza? ¿Qué es lo que me da esta paz?, me preguntaba (...) Dios me fue dando la fuerza, las luces (...) No me quitaba una monja de la cabeza. Me reía. Decía, ¡oh Señor, ¿cómo puede ser que me estés pidiendo esto?! Y venga reír y venga a llorar. Así me pasé todo el camino en autobús, de noche", declaró Olalla.

Y añadió: “Fui a Misa, me confesé, hablé con el sacerdote. Y cuando intentaba hablar con Jesús no conseguí hablar con Él, porque me daba la risa”.

“Era tanta la alegría que lo único que hacía era reírme, porque estaba entendiendo que era feliz, que el Señor me pedía eso".

Mira acá el momento de su testimonio en la Orden.