En una ciudad plagada de historia y monumentos, hay un lugar que es un auténtico imán para millones de turistas al año: se trata de la Fontana di Trevi de Roma, escenario inmortal de "La dolce vita" de Federico Fellini y escenario de una auténtica lluvia de monedas de diaria, las que lanzan los visitantes en busca de buenos augurios.
Pues bien, esta obra de arte está en problemas. La caída, en la noche del sábado, de algunos fragmentos de mampostería a pocos metros del lugar donde se reúnen los turistas, levantó las alarmas del Ministerio de Bienes Culturales italiano, que envió a los expertos a revisar la obra de arte.
Los pedazos cayeron de la parte superior izquierda del monumento, en la escenografía del mar, que tiene en el centro la estatua del Dios Océano y a los lados las estatuas de la Salubridad y de la Abundancia. El fragmento más grande de los desprendidos es de ocho por ocho centímetros, según informó la policía municipal.