Su dueños aseguraban que cultivaban hongos, pero en realidad se trataba de cannabis.
El lugar donde se plantaban grandes cantidades de la planta se encontraba oculto en los túneles abandonados Faenol, en el parque Menai Businnes de Bangor, en Gales del Norte.
Según un reporte de Daily Mail, cuando la policía allanó el lugar, se encontró con una 'verdadera industria'. Los accesos estaban diseñados con tal prolijidad, que una especie de cabina en la superficie daba acceso a un subterráneo que conectaba cinco ambientes.
Uno de los ambientes contaba con una plantación de marihuana valorada en 350 mil dólares, pero según estimaciones, el potencial de ganancias de su comercialización en un año era de al menos un 500% más que esa cifra.
La fábrica contaba con ventilación, energía eléctrica y un circuito cerrado de televisión perfectamente instalados.
Los dueños de la fábrica, identificados como Gerald Davies y Kenneth Vincent, son un albañil retirado y un maestro de obras, respectivamente. Ambos admitieron a la justicia estar produciendo cannabis para la venta y fueron condenados a tres años y cuatro meses de cárcel.
Además, Philip Bigley y Chris McIntyre, quienes oficiaban como jardineros, fueron condenados a un año de cárcel.
El fiscal del caso, Gareth Preston, indicó a los oficiales de policía a cargo de la investigación que en sus 22 años de servicio, jamás había visto algo tan sofisticado. 'Se trata del centro de operaciones mejor diseñado que la policía de Gales del Norte halla encontrado', expresó.
El siguiente video con imágenes panorámicas fue revisado por el propio juez a cargo del caso y funcionó como prueba para dictar la sentencia.