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Cinco discos chilenos de 2012

Para festejar las fiestas escuchando buena música nacional, Manuel Maira recomienda cinco discos chilenos editados durante este año.

Manuel Maira

Martes 11 de septiembre de 2012

Chico Trujillo, "Gran pecador"

 

El lugar natural de Chico Trujillo es el escenario. Ahí es donde brilla el colectivo formado en Villa Alemana que ve los discos como un elemento complementario al show. A pesar de que las grabaciones no son su fuerte, lo nuevo de "El Macha" y compañía ofrece una selección bailable que va desde lo tropical hacia ritmos como el bolero y el corrido mexicano; y  que como siempre, sirve como una gran invitación a la fiesta.

Manuel García, "Acuario"

 

Podría haber repetido la fórmula que tanto le estaba rindiendo. Pero el cantautor iquiqueño se atrevió a abandonar el cascarón del trovador para incursionar en un lenguaje pop, donde elementos electrónicos asoman con protagonismo en su nuevo mapa sonoro. El resultado es una serie de canciones que mantienen la esencia de Manuel García, pero en un envoltorio distinto.

Carlos Cabezas, "Dejá vú".

Las canciones que escuchaba de fondo cuando en su adolescencia el foco estaba en el rock hecho y derecho, son las que juntó el líder de Electrodomésticos en su última entrega. Las grabó en vivo, con público y junto a una fina orquesta en lo que será el Bar Liguria de Lastarria. Fue una desprejuiciada sesión donde convivieron canciones de Pink Floyd, los Red Juniors, Joy Division, Nine Inch Nails y los Beatles. Imperdible.

Ases Falsos, "Juventud americana".

 

Los Fother Muckers cambiaron su nombre a Ases Falsos para partir de cero y debutar con un disco extenso, que tiene la gracia de ofrecer una fuerte dosis de pop en redondas canciones con agudas miradas que van desde las protestas estudiantiles hasta la realidad de los inmigrantes. Una colección de buenas canciones con creatividad y contenido.

Javiera & Los Imposibles, "El árbol de la vida".

 

Fue su disco más difícil. Porque Javiera tomó la decisión de reversionar piezas tan grandes como las de su abuela Violeta. Cinco años y varias postergaciones después, Javiera & Los Imposibles acabó la tarea logrando salir bien parada del desafío, gracias a una lectura indie, oscura y sutilmente electrónica, de canciones del porte de una catedral.