Una joven colombiana de 27 años se ha transformado en la nueva reina mundial de las cirugías plásticas y, con ello, en la de las curiosidades virales de Internet.
Yenis Lugo se ha sometido a 21 intervenciones quirúrgicas para cambiarse el rostro y el cuerpo al punto de que ni sus familiares y amigos la reconocen.
Lugo cursó estudios de medicina en la Universidad de la Sabana de Bogotá, y poco después inició su seguidilla de intervenciones "por vanidad y para aumentarse la autoestima", dijo.
Acaba de entrar a una universidad de Bogotá, pesaba 80 kilos, medía 1,70 metros de altura, y se convenció de que necesitaba una liposescultura.
Perdió 20 kilos y siguió con un aumento de busto poniéndose implantes de 400cc.
"Me sentí divina. Seis meses después fue a mi pueblo (Montería) y nadie me reconocía. Me preguntaban ‘¿Qué me había hecho?’ ‘¿Quién era?’", dijo la joven.
Un tiempo después su cirujano le propuso un nuevo aumento de senos para que se viera más voluptuosa. Creía que unos centímetros de más en el busto y en las caderas la harían ver mejor. De pasada también le retocaría la nariz.
La joven continuó sus estudios y se especializó en administración y gerencia en el sector de la salud. También comenzaron a llegarle algunas ofertas de modelaje y de concursos de belleza. También encontró trabajo en una clínica, justamente de cirugía estética.
Allí un grupo de médicos le ofreció más cirugías a cambio de ser la imagen de la clínica.
Hasta ahora lleva siete liposucciones en el abdomen, tres cirugías de nariz, dos de mentón, una cirugía en las mejillas, dos para aumentarse los glúteos y cuatro para los senos cuyos últimos implantes fueron de 800cc. También se ha hecho relleno de labios y una marcación abdominal.
Algunas de estas cirugías han tenido complicaciones. Hace siete meses le retiraron el ácido hialurónico que se había inyectado en los glúteos para ponerse los implantes más grandes disponibles en el mercado. Después de la cirugía pasaron horas para que volviera a sentir las piernas y no pudo sentarse por casi un mes.
El objetivo de Yenis con sus cirugías, según ella misma dice, es encantar y llamar la atención. Por ahora no se hará más cirugías, pero no lo descarta a futuro.
Cree que Dios sería el único que la detendría en su gusto por las cirugías. “Yo estoy dispuesta, yo me lo hago. Uno se vuelve adicto a eso. Si no me morí ya no me muero”, dijo al diario mexicano Cambio.