Pueden sonar muy atrayentes cuando los lees en la carta de restaurant, pero en la práctica quizás no te darían ganas de comer si sabes de qué manera los preparan o cuáles son sus ingredientes.
Y es que los nombres que reciben desde los chefs no siempre expresan el real contenido de muchos platos. Por ejemplo, si va a un restaurant francés un "foie gras" puede sonar de lo más apetitoso, pero quizás su gusto cambie si le contamos que se trata de hígado de pato engordado, es decir, el hígado del pobre pato fue sometido a tal sobredosis de comida que no alcanzó a procesarla correctamente, por lo que sus células colapsaron en grasa.
El siguiente listado de fotografías recoge una selección de platos y productos realizada por el Huffington Post Food.