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Descubre cómo enfrentar la frustración de los niños por los regalos de navidad

En muchos casos la carta al Viejo Pascuero se transforma en un dolor de cabeza por la exigente solicitud. Los expertos recomiendan recordar en todo momento el sentido de la fiesta poniendo énfasis en lo simbólico por sobre lo material.

Camilo Bravo

Viernes 12 de diciembre de 2014

El espíritu navideño es lo más importante en esta fecha y eso no implica un mayor gasto material.

Este argumento es uno de los elementales a la hora de formar a los niños y explicarle sobre la magia de la navidad. La mítica historia del viejo pascuero le da vida a la celebración, pero no se debe olvidar el sentido que hay detrás de ésta.

Eso sí, no hay que desconocer que en muchos casos para los padres se transforma en un dolor de cabeza ver la carta que su hijo le escribió a Santa Claus solicitando algunos presentes. Y es que el contexto social y el efecto bola de nieve provocado por la promoción hace que el pequeño se ilusione con el regalo que va a recibir.  

Esta situación podría provocar una reacción de desilusión en los pequeños al llegar las 12 y encontrarse con un regalo distinto al que ellos esperaban. Según la Dra. Constanza Zúñiga, psicóloga de Clínica Avansalud, la posibilidad de que los niños reciban siempre todo lo que piden para navidad es muy baja.

“Los padres deben tener la claridad mental de que es muy difícil acceder y cumplir todos los deseos de los pequeños. Los padres deben ponerse límites al momento de regalar, lo que finalmente es una ayuda para el niño, pues podrá comprender que no se pueden satisfacer todos los deseos, elemento que es muy importante para la vida”, reflexiona.

 

Invitación a disfrutar de la navidad

Según la especialista, es tarea de los padres incitar a los hijos a disfrutar del período de preparación de navidad como un momento familiar y de tradiciones, más allá de remitirlo al consumismo u ocuparlo como excusa para idealizar un comportamiento: “Una conducta frecuente de los adultos es invitar a los niños a portarse bien para que el viejito pascuero les traiga lo que ellos quieren, pero todos sabemos que de todas maneras les daremos los regalos, por lo tanto vale más fomentar la unión familiar e invitarlo a compartir y disfrutar de la celebración, que condicionar su conducta”, dice la especialista.

“El tener la oportunidad de transmitirle a un niño que los regalos no son el elemento central de la navidad dependerá de las costumbres y hábitos de cada familia, puesto que, si bien generalmente se asocia a una visión espiritual, el poder mantener diferentes rituales y tradiciones es parte de cada familia. Es una decisión de familia, por ejemplo, el practicar actividades como el amigo secreto donde lo regalado sea hecho por ellos, o donde se regalen cosas intangibles. Es una decisión familiar el como acompañamos actualmente la navidad”, acota la Dra. Zúñiga.

Cómo manejar la frustración de los niños

Ante la posibilidad de no recibir el regalo esperado, la psicóloga asegura que la frustración es parte de la vida y los niños van aprendiendo de diversas frustraciones a lo largo de su crecimiento. “Es muy importante que el padre o madre pueda acompañar esta reacción como un proceso normal, darle tiempo al niño para que reflexione o explicarle el contexto de por qué el regalo no llegó. La frustración acompañada de forma cariñosa siempre es una excelente herramienta  de crecimiento”, explica.

En cuanto a la posible comparación que pueda hacer un niño con el regalo de su entorno, ya sean amigos o hermanos, la especialista asegura que “somos todos diferentes y todos podemos recibir regalos diferentes, eso se le debe inculcar al hijo. Decirle que se puede compartir con el otro puede ser un puente a la colaboración. La frustración se debe guiar como un proceso natural de la vida”, asegura.