El cantante y compositor estadounidense, Jim Wilson, siempre se interesó por el canto de los grillos que deambulaban por su casa al llegar la noche.
Un día tuvo la ocurrencia de grabarlos y probar alguna mezcla musical con el material que obtuvo
Con un track de sonido en su poder, se dirigió a su estudio, probó bajar la velocidad del audio registrado y se dio cuenta que los sonidos emitidos valían por sí sólos ya que responderían a una impresionantes piezas de musicales.
Ante esta prueba, Wilson sostiene que dichos insectos tienen la capacidad de emitir sonidos casi perfectos muy parecidos a un estribillo angelical generados por voces humanas.
A continuación revisa la siguiente pista que incorpora en un sólo track, el registro original (los grillos durante la noche) y la grabación intervenida por Wilson.