Para muchos -a raíz de su lucha- se ganó con creces el apelativo de extraordinaria.
Durante 10 años, Andrea Guzmán luchó contra la esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que la transformó en una prisionera de su propio cuerpo, situación que no la privó de su deseo de seguir conectada con el mundo.
Bajo un novedoso sistema de pestañeos y señales, alcanzó un legado de 300 páginas: el libro "Diario de mi Sombra", en donde contó con el apoyo de sus hijas quienes sirvieron de traductoras.
"Con lo que escribo, no quiero transmitir una visión dulcificada de mi enfermedad. No quiero repetir las palabras de consuelo que todas las personas bien intencionadas me dijeron. No quiero consolarme con las ganancias espirituales que me trajo mi pérdida física. Una pérdidas es una pérdida y no se saca nada con llamarla con otro nombre", es uno de los fragmentos de su texto.
Revisa el informe del periodista Claudio Fariña.
Foto: TVN.