"Nadie sabe para quién trabaja", versa el dicho. Así podría entenderse la moraleja de la historia donde una mujer, donó a su esposo su riñón, pero él olvidó muy pronto el favor de su señora.
Andy, el marido de Samantha Lamb, sufría de insuficiencia renal y su vida sólo era posible gracias a la diálisis. En vista del sufrimiento de Andy, la mujer decidió convertirse en un donante de riñón adecuado, para lo que bajó 19 kilos.
Luego del transplante y la posterior recuperación de Andy, la mujer descubrió que el sujeto le era infiel con su mejor amiga. De hecho, el hombre se llevó todas sus pertenencias de la casa mientras Samantha se encontraba en el trabajo.
La dramática historia llegó hasta The Daily Mail, medio al que la afectada mujer confesó sentir un profundo odio hacia su marido. "Si pudiera, lo tomaría (el riñón) y se lo daría a otra persona", dijo al citado medio.
Por su parte, el sujeto se defendió diciendo que nunca le pidió el riñón a su mujer, porque suponía un gran riesgo. "Ella insistió y yo siempre le deberé mi vida", explicó.
La mujer se encuentra realizando los trámites de su divorcio para rehacer su vida.
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