Polémica causa en el pequeño pueblo de Craigsville, Virginia, en Estados Unidos, la decisión de una madre de disfrazar a su hijo de siete años como un miembro del Klu Klux Klan (KKK), una organización que promueve la xenofobia y la supuesta supremacía de la raza blanca por sobre la negra, entre otras ideologías.
Jessica Black, madre del pequeño, se defiende de las críticas argumentado que se trata de una tradición familiar, ya que su hermano también se había disfrazado de KKK cuando estaba en el jardín infantil y cuando tenía 13 años.
Agregó que no ve nada de malo en que su hijo use el traje o la ideología de la organización, resaltando que aún tiene presencia en su comunidad, por lo que le había advertido al niño que la gente hablaría sobre su disfraz.
En tanto, el pequeño explicó a medios locales que conoció el Klu Klux Klan a través de la película "Fried green tomatoes" ("Tomates verdes fritos") y que decidió vestirse como un miembro del clan porque pensó que "sería genial".