Click acá para ir directamente al contenido

El tipo de cáncer contra el que luchó Javiera Suárez durante tres años

La comunicadora falleció este miércoles a los 36 años tras permanecer internada en la Clínica Alemana.

Daniela Toro

© Instagram

Miércoles 12 de junio de 2019

La tarde de este miércoles se conoció la muerte de la comunicadora Javiera Suárez, quien luchó por cerca de tres años contra un agresivo cáncer. Desde el lunes, la periodista permanecía internada en la Clínica Alemana, rodeada de familiares.

Fue a principios de 2016 que se le detectó el cáncer mamario iniciado como un melanoma, situación que coincidió con el embarazo de su hijo, Pedro Milagros. Para no afectar a su bebé en formación, Suárez decidió someterse a un tratamiento de inmunoterapia.

Ya en ese entonces, la enfermedad estaba ramificada a su hígado, pulmón y huesos.

Según explica el sitio web de la Clínica Alemana, el melanoma es el cáncer de piel más peligroso por su desarrollo y las posibilidades de originar metástasis a distancia. "Se desarrolla a partir de un crecimiento descontrolado de las células productoras de pigmento omelanocitos. Por lo tanto, la mayoría de los melanomas son de color negro o café oscuro".

Agregan que "a veces, durante su crecimiento, pierden la capacidad de producir pigmento y las lesiones son de color piel, rojas o púrpuras.La enfermedad puede desarrollarse a partir de un lunar, pero también es posible que aparezca sin lesión previa y crezca rápidamente".

Por último, indican que "cuando se origina desde un lunar, este presenta cambios en su superficie o en su tamaño y puede causar dolor o prurito (picazón). El melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero en el hombre ocurre con más frecuencia en la espalda, y en la mujer, en las piernas".

¿Cuál es la causa de cáncer de piel?

La principal causa es la exposición excesiva al sol. La radiación ultravioleta daña las células de modo permanente y acumulativo desde los primeros años de vida. Las quemaduras solares son especialmente riesgosas, ya que su efecto nocivo es mayor.

Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, la presencia de cicatrices por quemaduras, la exposición laboral al carbón o alarsénico, y la inmunosupresión asociada a trasplantes.