Se supone que fue construida por Whitaker Wright, un turbio hombre de negocios condenado a fraude después de años de ilícitos ligados a las finanzas.
Esta bóveda es una verdadera casa sumergida en las aguas, debido a la gran calidad de su arquitectura.
Asimismo, esta tenía un guardián de lujo: Neptuno, Dios romano del mar.
La construcción data de finales de 1800 y quedó abandonada desde 1904, cuando Wright se quitó la vida en el día de su sentencia judicial.
Hoy en día el lugar pertenece al empresario Gary Steele, aunque sólo los peces la habitan.
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