Orenburg. Rusia.
Un camión avanza a buen ritmo por una amplia autopista de tres carriles. De repente, otro camión que estaba esperando para cruzar desde la vía contraria comienza su marcha, impactando con el vehículo que estaba grabando el viaje.
Los dos camiones se salen entonces de la carretera, siguiendo su loca carrera en paralelo con dirección a una bomba de bencina, donde hay un conductor repostando su vehículo de combustible.
Ahí se produce un nuevo choque. El cliente de la bencinera se queda atrapado entre los camiones y los surtidores de gasolina.
Sus últimos segundos de vida parecen contados. ¿O no?