Si bien es un hecho que el alcohol adormece a quien lo consume, también produce una deficiencia en cómo el cuerpo descansa.
Las personas que consumen alcohol, lo hacen fundamentalmente durante la noche, yéndose a dormir -en muchos casos- con altas dosis de este elemento en sus cuerpos.
Es por eso que, investigadores de la Universidad de Melbourne, analizaron los efectos que tienen el alcohol sobre el cuerpo durante las horas de sueño.
Mediante electroencefalogramas, los autores de este estudio midieron la actividad cerebral durante el sueño de personas entre 18 y 21 años, quienes habían tomado casi medio litro de vodka de naranja antes de dormir.
En un principio, observaron un gran aumento en la potencia de las ondas delta, ligadas a las fases más profundas del sueño, pero luego detectaron un aumento de la actividad alfa frontal, síntoma de perturbaciones en éste.
Los científicos, en conclusión, descubrieron en las personas analizadas presentaron un fenómeno conocido como "sueño alfa delta", el cual produce efectos similares en el sueño a las personas que sufren de dolor crónico y trastorno del sueño, quienes se levantan cansados, con dolores de cabeza y musculares.