Un propietario de un almacén de barrio en Estados Unidos y su hijo intentaron estafar a un cliente que había ganado un millón de dólares en la lotería. Ambos se coludieron para aprovecharse para entregarle un premio por el boleto ganador que era mil veces menor al monto original ofrecido por al compañía que organiza el juego de azar.
La policía informó que el dueño de la tarjeta ganadora era un inmigrante de 34 años que no habla muy bien el inglés y que, a la hora de raspar los números ocultos del papel y darse cuenta que había ganado, se lo entregó inmediatamente al comerciante que se lo vendió.
Sin embargo, este último le entregó sólo mil dólares en efectivo, una cifra mil veces menor a la de su premio original.
Ante esto, el cliente sospechó y regresó al local donde había adquirido su tarjeta. Allí, el dueño del negocio junto a su hijo, trataron de darle 10 mil dólares y le pidieron que no se pusiera en contacto con la policía.
No obstante, al sentirse doblemente estafado, el hombre acudió a las autoridades y finalmente se determinó que efectivamente el premio era de un millón de dólares.
Los estafadores fueron acusados por el delito de hurto mayor y a cada uno se le impuso una fianza varias veces superior al monto que originalmente le habían ofrecido al inmigrante, informó Infobae.com