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Genio matemático por accidente

Tras recibir una paliza, Jason Padgett descubrió una sorprendente habilidad para los números.

24horas.cl Tvn

Lunes 12 de mayo de 2014

Salía de un comercio y le propinaron una brutal paliza en la calle. Los golpes le provocaron diversas lesiones craneales y estrés postraumático.

Sin embargo, aquella golpiza le cambiaría la vida. Desde entonces, Jason Padgett se convirtió en un genio. Entre las secuelas que le dejó aquella agresión, descubrió una sorprendente. Era capaz de ver cosas que antes ni comprendía: las matemáticas.

Padgett desarrolló cierta habilidad sinestésica para visualizar y vincular a percepciones otros estímulos. Los sinestésicos suelen asociar colores, letras, olores o números a cosas sin aparente relación, como días, nombres o personas. En el caso de Padgett, su sinestesia fue el ver el "tejido matemático" de todo lo que le rodea. Es decir, es capaz de intuir de forma automática ángulos ocultos o efectuar visualmente cálculos complejos con sólo echar un vistazo.

Un simple paseo por un parque se convertía en una aventura matemática para él. Resolviendo problemas que nunca había estudiado. Padgett era, y sigue siendo, un sencillo vendedor de muebles en Tacoma (Washington, EE.UU.). Pero ahora también es un genio, que ha llamado la atención de los especialistas médicos.

Estos extraños casos se conocen como "savants", o "síndrome del sabio". Son genios cuya capacidad no tiene un origen conocido. Personas que, sin motivo común, desarrollan capacidades cerebrales extraordinarias, muy superiores a la media. En el caso de Padgett el desencadenante fue la paliza y los golpes y patadas que le dieron en la cabeza.

Existen otros casos, alguno bastante famoso, aunque con un origen distinto, como el de Kim Peek, el hombre que inspiró la película "Rainman". Peek nació con graves disfunciones: no tenía conexión neuronal entre ambos hemisferios de su cerebro, tenía problemas motrices y dependencia física casi total. Pero era capaz de almacenar decenas de miles de datos en su memoria. Era una enciclopedia humana, capaz de leer páginas de dos en dos, usando un ojo para cada una.

Daniel Tammet es otro famoso caso. Nació con epilepsia, síndrome de Asperger y sinestesia, pero posee una increíble habilidad matemática y capacidad de aprender idiomas (habla hasta once).