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Guía para "salir de compras" por el espacio

La posibilidad de comprar parte de la Luna o nombrar una estrella y regalarla entra cada vez con más fuerza para quienes quieren invertir en cuerpos celestes.

24horas.cl Tvn

Viernes 3 de mayo de 2013

Llamativo para los amantes de los regalos extravagantes, quizás algo romántico o simbólico, la posibilidad de regalar un "pedacito de espacio" se vuelve cada vez más popular y accesible.

Ya en internet proliferan las páginas en las que se pueden adquirir diversos cuerpos celestes.

De hecho, el empresario Dennis Hope anunció que su compañía Lunar Embassy Corp ya ha vendido el 7,5% de la Luna, comenzando con un precio de unos 20 dólares por 0,4 hectáreas, es decir, unos 9.400 pesos.

Pero el negocio no sólo ha quedado ahí, puesto que quienes sueñen con un "terreno" en el cosmos más alejado de la Tierra, pueden optar por comprar en Marte o Venus.

Si esas posibilidades no te convencen, también existe la posibilidad de nombrar y comprar una estrella, lo que ha sido vendido por las empresas que lideran este negocio como uno de los regalos más especiales y para toda la vida.

 

Los precios para esta adquisiciones varían dependiendo de la constelación elegida y los kits seleccionados. Algunos ofrecen el título de propiedad y poco a poco agregan marcos especiales para guardarlos, collares con el nombre de la estrella, información sobre el lugar en el que se ubica, etcétera.

Revisa acá algunos links donde puedes ser propietario de la Luna:

MoonEstates

LunarLand

Y acá puedes revisar otros para regalar una estrella:

Online Star Registry

Global Star Registry

Internacional Star Registry

Muchos ya han probado con esta particulares inversiones, pese a las pocas garantías que existen y que algunas compañías se apuran en transparentar.

Aunque hay tratados que rigen el comportamiento de los países sobre el espacio exterior, actualmente considerado propiedad de la humanidad, no hay regulación explícita sobre cómo pueden actuar los actores privados.

Sin embargo, y sobretodo en el caso de la compra de estrellas, se reconoce que el nombre dado al cuerpo celeste y el certificado de propiedad son meramente simbólicos y sin gran validez legal.

Ni los astrónomos usarán el nombre que se elija para la constelación ni resulta viable el derecho de propiedad sobre una esfera de gas caliente. Lo que se paga es el ingreso a las oficinas de propiedad intelectual de Estados Unidos.