Tras haber cancelado la fiesta de Halloween pasada por la tormenta que azotaba por esos días a Nueva York, Heidi Klum volvió a organizar un gran evento de celebración, con una calidad en la producción que dejo a todos impresionados, especialmente por su disfraz: ella misma, pero en 50 años más.
Maquillada como una elegante anciana, la modelo alemana posaba en el asiento trasero de un auto camino a la celebración anual que organiza para estas fechas.
Las manchas de la edad en su piel parecían extremadamente reales e incluso se asomaban algunos rastros de varices en sus piernas. Su cara tenía la piel absolutamente arrugada y suelta y un collar de perlas, un traje de dos piezas y un bastón completaron el look de abuelita.
“Empiezo a pensar en ideas de disfraces varios meses antes de Halloween”, contó Klum este mes a la revista Parade, quien agregó que le debe todo al equipo de maquillaje que la disfrazó.
Según la modelo y presentadora de televisión, con este esfuerzo pretende que los invitados a su fiesta intenten siempre llevar un disfraz mejor que el suyo. “Quiero que mis invitados me sorprendan. Es mucho más divertido cuando me quedo mirando a alguno y me toma unos minutos reconocer que se trata de uno de mis mejores amigos”.