Cuando Holly Madison se convirtió en una "conejita" Playboy quería ser un icono erótico y celebridad televisiva. Pero la vida dentro de la mansión de Hugh Hefner fue todo lo opuesto a un cuento de hadas.
Así lo relató la exconejita en sus memorias, publicadas esta semanas, donde dejó al descubierto una vida de malos tratos.
En el libro "Down the Rabbit Hole: Curious Adventure and Cautionary Tales of a Former Playboy" ("La madriguera del conejo: aventuras curiosas y cuentos con moraleja de una conejita Playboy"), Madison contó cómo se convirtió en una de las novias del poderoso Hefner y se mudó a su mansión en Los Ángeles.
Allí fue donde protagonizó el reality "The Girl Next Door".
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En el texto, la Playmate expone que "pagó el precio" de ser una conejita y tuvo que enfrentar y soportar a sus contrincantes Kendra Wilkinson y Bridget Marquardt, las otras "novias" de Hefner también protagonistas del reality.
Holly cuenta que durante su estadía tuvo que soportar una estricta disciplina, rutinas opresivas, pérdida de la identidad y de la autoestima, competitividad feroz, drogas, abusos, humillaciones, depresión y pensamientos suicidas.
Lo de pensar en el suicidio, según contó a la revista US Magazine, la habría llevado a poner freno a su incursión en la mansión. Caso que no se vio en televisión, ya que las cámaras solo "mostraban lo entretenido y lúdico de todo".
Otro de los aspectos que liberó de la vida en la mansión Playboy, era que ella fue la única conejita que compartió dormitorio con Hefner, esto ya que Kendra y Bridget tenían su propia habitación y solo pasaban un par de horas con el todopoderoso.
Luego del término de la relación de Holly y Hefner, también finalizó el reality show.