Roman Pirozek Jr. estaba divirtiéndose con su helicóptero y haciendo espectaculares acrobacias con su control a distancia. El arriesgado hombre acercaba a sólo metros de su cara el vehículo volador, con sus aspas girando a toda velocidad.
No era la primera vez que realizaba la peligrosa maniobra, pero esta vez todo salio mal.
Pirozek perdió el control del dispositivo y este cayó a toda velocidad desde las alturas, impactando y mutilando su cabeza. El hombre murió al instante.
La víctima de 19 años era un apasionado de este tipo de helicópteros. De hecho, era vicepresidente del Seaview Rotary Wings, un club dedicado al hobby.
El modelo que mato al fanático tiene aspas de un metro y medio de largo y giran a más de 2 mil revoluciones por minuto.
"Era conocido por su vuelo agresivo y frecuentemente realizaba trucos. Estaba haciendo uno cuando sufrió el golpe", explicó la policía a Wall Street Journal, tras encontrar al joven muerto a metros del puente de Brooklyn, Nueva York.
El padre del joven y otros tres miembros del club presenciaron la horrorosa muerte.
Esta es una de las grabaciones captadas por el propio Pirozek Jr. ejecutando una arriesgada maniobra, similar a la que le costó la vida.