Cuando el hambre y la fatiga se interponen en la labor de un árbitro, parece no existir partido que valga.

Así lo demostró Ousseynou Gueye, el árbitro de Senegal quien no dudó en detener un encuentro deportivo para tomar un descanso y una merienda. Según indica ESPN, Gueye llevaba 30 minutos arbitrando el encuentro entre Casa Sport y Yeggo, cuando pidió una pausa.

La razón que llevó al hombre a tomar esta drástica decisión, fue la fatiga que lo atormentaba por su ayuno de Ramadán, el cual se practica en el noveno mes del calendario musulmán. Durante el ayuno -obligatorio para los adultos de fe- los musulmanes no pueden ingerir alimentos desde el amanecer hasta la puesta de sol.

A pesar que existen ciertas excepciones en los que los fieles sí puedes consumir alimentos, como embarazadas o enfermos, no se incluyen a los árbitros de fútbol, pero Gueye simplemente no pudo más y tomó una reponedora merienda entre el abucheo de los hinchas.