Para occidente un beso en la mejilla no parece ser grave. Pero esta señal de saludo en países del medio oriente puede ser muy mal visto.
Es lo que ocurrió con la actriz iraní, Leila Hatami, quien besó en la mejilla al director del Festival de Cine de Cannes en una ceremonia, acto que fue repudiado por su país.
La actitud de la actriz, quien es miembro del jurado del certamen, fue castigada por su gobierno, los que afirman que el beso es "inapropiado" y ofende la "Castidad" de los ciudadanos. "Aquellas que participan en eventos internacionales deberían tener en cuenta la credibilidad y castidad de los iraníes, para no dar una mala imagen de las iraníes. Es una actitud inapropiada", manifestó el viceministro iraní de Cultura, Hossein Noushabadi.
La ley iraní indica que ninguna mujer puede tener contacto físico con un extranjero, lo que abiertamente entorpece las labores protocolares de un festival como Cannes.
"Sea artista o no, la mujer iraní es el símbolo de la castidad y de la inocencia. Una actitud inapropiada en el Festival de Cannes no es acorde con los principios religiosos", afirmó Noushabadi a los medios.
Fue el propio director del festival, Gilles Jacob quien salió al paso de las críticas y se resposabilizó por aquel beso: "He sido yo quien ha besado a la señora Hatami. En ese momento ella representaba para mí todo el cine iraní", dijo el encargado, quien también aseguró que para la costumbre occidental un beso en la mejilla era un saludo habitual.