Un fanático de los automóviles y su esposa asistían a un show de autos de lujo en China, cuando la mujer tuvo una extraña idea para obligar a su marido a que se llevaran uno de los autos último modelo.
Mientras la pareja paseaba por el Guangzhou Motor Show, realizado al sur del país, la mujer corrió hacia uno de los autos eléctricos de lujo y trató de rayarlo para que su marido se viera en la obligación de comprarlo para reparar los daños.
Tras rayar una parte del capó, comenzó a gritar que ella se merecía el auto "como una compensación por su matrimonio", argumentando que ella "se estaba volviendo vieja", mientras su marido "aún se veía joven".
La mujer fue detenida por el propio marido y luego un grupo de guardias la escoltó para que no siguiera dañando el automóvil, avaluado en más de 20 millones de pesos chilenos.