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James Blunt y su anunciado retiro

"Lo de Blunt es la última de una larga y rentable lista de retiros anunciados" este comentario y mucho más en la columna de Manuel Maira.

Manuel Maira

Miércoles 24 de octubre de 2012

Muy poco después de que James Blunt declarara al periódico británico Daily Mail que planeaba estar un tiempo alejado de la música,  la noticia de su retiro corrió rápido y en distintos idiomas. Todas decían que el tipo de “You’re beautiful” nunca más volvería a hacer música. Blunt apenas dijo que “quiere tomarse un tiempo para él”,  que “no ha tenido ganas de componer” y que está feliz disfrutando sus primeras vacaciones en siete años. Suficiente para echar a andar una jubilación que resulta mediática considerando que el tipo bordea los 18 millones de discos vendidos.

Más allá de los chistes en redes sociales que celebraban la desaparición de un tipo bendecido por la masa y resistido por el mundo alternativo, lo de Blunt es la última de una larga y rentable lista de retiros anunciados estratégicamente como parte de un buen negocio.

La fórmula es dar señales de alejamientos de la música que suenen lo suficientemente coherentes para ser difundidos, luego aclarar que lo que se ha dicho no era tan así y rematar reapareciendo con un proyecto que será recibido con más sorpresa y atención al tratarse de un “regreso”. Ejemplos hay montones. Entre los más recientes, figura Adele diciendo en febrero que estaría cinco años fuera de la música y que hace un par de semanas lanzó con bombos y platillos “Skyfall”, la canción principal de la nueva película de James Bond.  Este año también leímos de retiros de Morrissey, Blur y Foo Fighters, todos desmentidos con hechos por ellos mismos. La banda de Damon Albarn supuestamente pararía después del show de cierre de los Juegos Olímpicos de Londres en Hyde Park y ya tiene fechas confirmadas para 2013, mientras que a los días que se publicara que Foo Fighters no pisaría por un buen tiempo un escenario, Dave Grohl y los suyos animaban con música el esperado lanzamiento del iPhone 5. De Morrissey se publicó que decidió abandonar la música el 2014 y él mismo salió a aclarar diciendo que su supuesto retiro eran solo “expresiones de deseo de quienes lo escribieron”.

Una excepción a estos retiros con elástico es el de David Bowie que en vez de publicitar su alejamiento de las luces, se ha dedicado a vivirlo. Sin entrevistas ni shows, Bowie mata los días en una rutina familiar que tiene impaciente a sus tantos fanáticos esparcidos en el mundo. No mete ruido ni alimenta mitos sobre una decisión que avanza hacia la década de silencio artístico. Un retiro de verdad, no como los que suelen llenar titulares, que más que abandonos son los primeros anuncios de futuros regresos.