Altura promedio, pocos músculos, un extraño mentón y un tatuaje de "The Offspring" era lo único que caracterizaba a James Ellsworth, la más reciente contratación de la WWE que rompe el tradicional estilo de la empresa.
En un show en vivo de la federación Big Time Wrestling, el luchador anunció que había sido contratado por Vince McMahon a tiempo completo, dando inicio a su carrera en la industria más importante en el negocio a nivel mundial.
Pese a su figura que lo hace ver como una persona común y corriente, James posee una extensa carrera en la lucha libre que comenzó el 2002 y se ha pulido por años en circuitos independientes, por lo que en su despedida de esta escena aprovechó de agradecer entre lágrimas a todos.
Ellsworth comenzó su carrera apareciendo simplemente como un "competidor local", una contratación para una sola aparición para ser víctima de Braun Strowman en una pelea que duró pocos segundos. Esta es una práctica común que se utiliza para hacer ver luchadores grandes verse más poderosos, pero a diferencia de los miles que han aparecido semana a semana, la historia de Ellsworth no terminó ahí.
Tras una serie de apariciones tras bambalinas, su apariencia perdida y su barbilla hundida hicieron que los fanáticos aprendieran su nombre y pidieran que siguiera apareciendo en segmentos humorísticos semana a semana en SmackDown.
Su momento estrella llegó cuando, fue elegido por el campeón AJ Styles como su oponente al creer que sería un combate fácil, pero tras una interrupción de Dean Ambrose, Ellsworth se llevó la victoria en dos oportunidades ante la explosiva reacción del público.
Tras estos sucesos, el escuálido peleador se mantuvo apareciendo en el programa por semanas, lanzando una polera a través de la tienda oficial y transformándose en la mascota oficial del equipo de SmackDown en Survivor Series, comenzando así su carrera en la WWE como una contratación oficial.