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De Hollywood al Super Bowl

Michael Oher, cuya vida inspiró el guión de la película que hizo a Sandra Bullock ganar un Oscar, jugará este domingo en el evento deportivo más importante de Estados Unidos.

Mónica Ñancupán

Sábado 2 de febrero de 2013

Está claro que el Super Bowl es mucho más que la final del fútbol americano, pero este año es que uno de los condimentos adicionales tiene relación directa con uno de los jugadores que disputarán la final de la NFL.

Se trata de Michael Oher, jugador de los Baltimore Ravens, cuya historia de vida fue adaptada por Hollywood y llevada en 2009 a la pantalla en el filme "The Blind Side" ("Un sueño posible"). La cinta hizo merecedora a una de sus protagonistas, Sandra Bullock, al Oscar a la mejor actriz.

Ahora Oher da un nuevo salto en su vida y pasa de Hollywood al Super Bowl, la soñada final de la NFL que es famosa también por su show del entretiempo y los exclusivos lanzamientos y spots comerciales que generan millones de dólares en ganancias.

Pero, ¿qué hace que la vida de Oher sea tan especial? Pues bien, el jugador nació en una familia estadounidense disfuncional, su madre era una adicta al crack y su padre un delincuente que pasaba más tiempo en la cárcel que con sus hijos.

A los siete años Michael pasaba de la casa de un familiar a la de otro,  perteneció a pandillas de Memphis hasta que finalmente optó por abandonarlas y trabajar. Posteriormente, fue adoptado por una familia estadounidense compuesta por Sean y Leigh Anne Tuohy.

 

A los 15 años, Oher ya practicaba fútbol americano, sin embargo, sus bajas calificaciones le impedían convertirse en miembro de la liga escolar. Nada de eso importó, el joven continuó esforzándose para ganaerle  la mano al destino y luego de graduarse de la preparatoria ingresó a la Universidad de Mississippi. Todo gracias al apoyo incondicional que le dieron sus padres adoptivos, tal como recoge el guión de la película.

En 2009 los Ravens le ofrecieron un contrato por más 13 millones de dólares, ingresando así al Draft de la NFL (ligas mayores del fútbol americano). Su indiscutible talento lo convirtió tres años después en titular de la línea ofensiva de Baltimore, equipo que este domingo 3 de febrero jugará la final del Super Bowl contra San Francisco en Nueva Orleans.