Una bola de espejos sobre el escenario anticipaba lo que vendría:una verdadera fiesta de la onda disco.
KC and the Sunshine Band salió a escena a las 21.15 horas ante diez mil personas, que llegaron al Movistar Arena para revivir lo mejor de la música de los años 70 encarnada en el funk, R&B, pop, dance y obviamente los sonidos disco, pero que también ha trascendido varias generaciones.
Visiblemente afectado por un resfrío, Harry Wayne Casey (KC) se entregó en cuerpo y alma al show. Cantó todo lo que le permitió la gripe, se movió sobre el escenario como un veinteañero, siendo que ya cuenta con 63 años y un sobrepeso evidente. Ya no es el de antes, pero la música tiene eso de transportar en el tiempo, por lo que no costaba mucho imaginar al joven blanco que compitió con bandas de color por llevar la música disco a lo más alto. Y que lo logró.
"Estoy enfermo pero no podía dejar de venir a Chile", dijo el cantante, que arengó a la gente de la mejor manera: "Vamos a la fiebre de sábado por la noche" y ya nadie más dejó de bailar.
Al incombustible "I'm your boogie man" le siguieron éxitos de tres décadas como "Boogie shoes", "Shake shake shake" o "Give it up", los que hicieron bailar a un público mayoritariamente de la época de los pantalones de campana.
Conversador, ameno y divertido, KC se dio el tiempo de compartir con el público su cariño por Chile e incluso bromeó con su edad al mostrar unos discos de vinilo de los setenta. "¿Qué me pasó? ", dijo el líder se la banda integrada por 10 músicos, dos coristas de gran calidad y dos bailarinas que sacaron más de un suspiro.
Luego de una hora 40 minutos de show, el estadounidense anunció un regalo a los asistentes, la edición de un nuevo disco doble que constará de 18 temas grandes éxitos y 17 nuevas composiciones, trabajo que saldría al mercado este 2014.
Tras el anuncio la fiesta siguió con canciones que no dejaron a nadie sentado: "That's the way i like it" y "Get down tonight" dieron el cierre a una velada multicolor, la que envuelta en muchos cambios de vestuario, solos de batería, guitarra y trompeta, además de toda la onda del inagotable Harry Wayne Casey, desataron en Santiago la "fiebre de miércoles por la noche".
Ahora la banda se presentará este viernes 6 de diciembre en Coquimbo, sábado 7 en el Caisno Enjoy de Santiago y domingo 8 en Viña del Mar, las entradas están a la venta a través de PuntoTicket.