Click acá para ir directamente al contenido

La cueca chilena vivió su fiesta más grande en San Bernardo

Cuecas Mil completó su desafío en más de 30 horas dedicadas a la música chilena.

Sebastian Marchant

Martes 30 de abril de 2013

San Bernardo rompió su calma pueblerina cuando en plenaplaza de armas, los primeros acordes de la cueca chilena comienzan adesempolvar los pañuelos de todos sus visitantes.

A partir de las 12.00 horas del pasado sábado 27 de abril,los cuequeros, los fanáticos por nuestro baile nacional se dieron cita parainiciar la jornada cuequera más importante del año: Cuecas Mil.

Para comenzar con la maratónica jornada de más de 30 horas,el grupo penquista Los Guachacas del Son cantó la cueca número uno con que estapopular fiesta cobra vida.

 

Uno a uno los grupos se fueron sumando al escenario. Sinparar, sin pausas ni problemas, los músicos subían y subían al escenario parallenar de acordes cada rincón de San Bernardo, representando a su ciudad oregión.

El momento más intenso de la jornada se vivió a partir delas 20.00 horas del sábado. La multitud repletó la plaza de armas de la comunacon sus pañuelos al viento para bailar, sin parar, las mil cuecas que buscacompletar este evento.

Los músicos participante mostraron, una vez más, que paraquerer a la cueca no se necesita estar vestido de huaso o con unas ojotas enlos pies.

 

Impecables trajes con corbatas, extravagantes anteojos y unagran variedad de instrumentos marcaron la tendencia de la multifuncionalidadque está tomando la cueca.

Desde Coquimbo Los Matuteros llenaron de acordes románticosla carpa, Los chacareros de Paine subieron el humor y Los Palmeros de Rancaguapusieron coronaron Cuecas Mil con sus cuecas que se han convertido en clásicospara muchos.

Todo este esfuerzo es liderado por la Agrupación de Folklorede San Baernardo, quien bajo las órdenes de Cristián Andía, lograron juntar lasfuerzas necesarias para conseguir, una vez más, que todo Chile vibrara con lasmil cuecas sin parar.

 

Se bailan las cuecas de los picados, esas que superan lanúmero 1000. Quedan pocos en la pista y comienza a desarmarse el escenario.

San Bernardo vuelve a su letargo de pueblo en la fronterasur de la Región Metropolitana.

Ya no se ven más pañuelos y el silencio cubre lo que anteslas cuecas encendieron. Muchos se despiden de quienes, si todo resulta bien,volverán a ver el próximo mes de abril.