Cada noche, de lunes a domingo, más de cinco mil personas se reúnen en la rambla de la calle Mar del Plata, Buenos Aires, para escuchar a uno de los humoristas callejeros más importante de Argentina. Su nombre es Luis Flores, pero el mismo público lo apodó como "El Chileno".
Luis nació en Chile pero desde 1986 que reside al otro lado de la Cordillera. "Mi papá tenía un circo en Chile y por la dictadura militar mi papá tenía percances políticos, habíamos recibido amenazas, tengo familiares desaparecidos y nos tuvimos que ir a vivir a Mendoza", contó a 24Horas.cl.
Como el trabajo de su familia se relacionaba al humor en nuestro país, en Argentina decidieron hacer lo mismo, por lo que comenzaron a presentarse en las calles, forjando desde muy chico su relación con la comedia.
"A los 13 años me fui de mi casa, hice vida independiente", cuenta, por lo que solo se las ingenió para comenzar a generar ingresos. Así "inventé mis propios monólogos" y terminó definiendo su residencia en Buenos Aires.
Luis cuenta con una rutina elaborada, pero cada día improvisa en sus tres presentaciones dependiendo del público que lo observe, pero sí aclara que no le gusta hablar de temas polémicos como la política o la corrupción. "Trato de hablar de la vida cotidiana, idiosincrasia que tiene el ser humano, la tolerancia con los niños, los vendedores ambulantes. Trato de buscarle la chispa a eso".
Por lo mismo, expresa su disgusto con el humor imperante en el territorio nacional. "Los cómicos en Chile están muy metidos en el tema político, con criticar y yo creo que la gente lo que más quiere es reírse, no que le toquen el problema que está viviendo".
Gracias a su humor y simpatía, se ha ganado el cariño y respeto del público, por lo que después de cada show se queda al menos ua hora tomándose fotos con aquellas personas a las que hace reír.
Pero eso no es todo, ya que ha estado en los programas de televisión de Tinelli y Susana Jiménez, entre otros.