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La línea 1: ¿San Pablo o Violeta Parra?

Una exposición del artista visual Leonardo Portus propone recorrer la historia del metro desde su inauguración en los años 70.

Carmen Aguilar

Jueves 6 de noviembre de 2014

Nuevas líneas, nuevas paradas y nuevos colores aparecerán en el subsuelo santiaguino para el año 2018, si se cumplen las metas gubernamentales. El metro es casi un ente vivo, cambiante, "que cruza todas las épocas", dice Leonardo Portus, el artista que, en pleno momento de reformulación,  propone volver a sus inicios.

Bajo el suelo de la Plaza de Armas, Huellas en tránsito recuerda los primeros recorridos de los vagones de los años 70. Hay una foto "de una zanja en la Alameda, a la altura de la Universidad Católica, que estuvo entre los años 72 y 75. ¡Algo impensable hoy en día!".

 

A color, se exhibe la "construcción de la estación Cal y Canto en el año 84, donde se ve un Santiago más pueblerino, con los comerciantes vendiendo sus verduras en el suelo". Postales que están en el imaginario colectivo y que se podrán visitar hasta finales de mes.

 

"El metro tiene mucha historia y era una deuda que debía saldar como artista", afirma Portus, que seleccionó las imágenes de los archivos de Metro de Santiago. "Los primeros proyectos surgen en los años 20, pero no se materializan hasta el Gobierno de la Unidad Popular. Iba a ser inaugurado en el 73, pero con el golpe de Estado se suspenden y abrió sus puertas en el 75, ya con Pinochet", explica.

EL METRO SIN GOLPE DE ESTADO

Pero, ¿qué hubiera pasado sin golpe de Estado? Esto mismo se preguntó y contestó el artista en otro trabajo que convive con el anterior. Una nueva exposición que estará hasta finales de diciembre en el Museo de Artes Visuales, Estación Utopía.

 

Son tres estaciones ficticias, que posiblemente hubieran existido sin golpe militar. Un ejercicio de imaginación que propone para descubrir las paradas Violeta Parra, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, los nombres con los que estaban contemplados que se bautizaran. De hecho, "la primera parada de la línea 1 se iba a llamar Violeta Parra antes de la dictadura, en lugar de San Pablo", afirma Portus.

Tres maquetas en las que juega con la percepción del público. A través de la iluminación y la perspectiva se mueve entre la ilusión y la realidad, para que el espectador se sienta dentro de esas tres paradas irreales. "La de Gabriela Mistral y Pablo Neruda podrían estar en cualquier lugar", reconoce, aunque él se las imagina "donde la Remodelación de San Luis, con el proyecto de viviendas sociales" del gobierno de la UP.

 

Portus recrea, también, obras de arte, pinturas que podrían estar contempladas en el proyecto original. Murales que "rescatan la iconografía y el sello latinoamericano de los años 60 y 70" a través del color, como uno imaginado por él, pero con la impronta de Roberto Mata.