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El limón no hace invisible

McArthur Wheeler estaba seguro de que si rociaba su cara con el cítrico se volvía irreconocible.

Javiera Salinas

Jueves 8 de noviembre de 2012

Lo tenía todo calculado. McArthur Wheeler entraría a un banco en Pittsburgh (Pensilvania, Estados Unidos), robaría las cajas y escaparía.

Y todo ello a rostro descubierto, pues creía tener la mejor técnica para no ser descubierto: rociarse jugo de limón en la cara.

Por eso, cuando este particular ladrón fue descubierto y encarcelado no lo podía creer. Él estaba seguro que el cítrico hacía "invisible" su cara ante las cámaras de seguridad.

Según explicó la policía estadounidense, Wheleer había hecho pruebas en su casa con un lente similar a los usados en los bancos y comprobó que su cara no se veía si se mojaba con limón.

El diario The New York Times explicó que en este insólito caso pudieron ocurrir tres factores para que el delincuente estuviera tan seguro de su método de escape: la cinta de video era de mala calidad, no ajustó bien la cámara o movió el lente cuando se retorcía con el ácido en los ojos.

Así, el ladrón quedó sin botín, encarcelado y en ridículo.

Y, de paso, demostró que la única propiedad de invisibilidad que tiene hasta el momento el jugo de limón es cuando se escribe con él sobre un papel, necesitándose la aplicación de una llama para poder descifrar el contenido de lo escrito.