Algunas son consideras como obras de arte y otras constituyen verdaderos iconos generacionales. Las portadas de los discos son objetos de culto que forman una parte esencial de las producciones discográficas, y aunque con la digitalización de la música han ido perdiendo protagonismo, los fanáticos de la música saben apreciar el esfuerzo creativo depositadas en ellas.
El romanticismo por los discos y vinillos se mantiene vivo, por ello la revista especializada Rolling Stone instó a sus lectores a seleccionar las mejores portadas de disco de todos los tiempos. Y como era de esperarse -tomando en cuenta los antecedentes señalados anteriormente- los discos seleccionados corresponden mayoritariamente a las décadas del sesenta y setenta.
Sacando la cara por años más reciente, Nirvana con su obra maestra 'Nevermind ' de 1991 ocupa un lugar privilegiado. El arte que muestra un bebé en una piscina tratando de alcanzar un billete se transformó en todo un icono que fue reeditado en 2008 con el mismo personaje 17 años después.