Luciana Echeverría protagoniza una de las historias más espeluznantes de nuestra televisión.

La actriz es la encargada de llevar a la pantalla chica a Carmen Marín, más conocida como "La Endemoniada de Santiago", una chica que vivió una posesión demoniaca enfrentando a la Iglesia y la ciencia.

¿Cómo te preparaste para dar vida a este personaje?

Tuve clases de hipnosis, latín, canto y también hay una preparación sicológica para poder enfrentar las escenas más intensas sin que me afecten. Practico yoga y trato de mantener una estabilidad siempre entre cuerpo, mente y alma.

¿Qué ha significado volver a TVN? En un escenario bien particular, con crisis de canal de por medio...

Es un desafío grande aunque particularmente yo "creo en las crisis". Es donde se plantean nuevas cosas, nuevas ideas y donde nacen nuevas fuerzas más potentes.

Si el canal hubiera estado bien en todos sus términos para mí no hubiera sido un desafío llegar. Estoy muy tranquila, porque encuentro que es normal, es parte de los ciclos. Todos los canales han estado en un mal momento y han logrado salir de él. Es rico poder ser parte de ese proceso y aporte de innovación como es La Poseída. 

¿Qué te llevó a aceptar?

Sentía que necesitaba un tiempo de preparación. No me sentía en ese minuto preparada para tomar un personaje así. Hace un año que vengo investigando sobre las posesiones y lo que son los miedos de uno.

¿Conversaste con alguien en especial?

Sí, hemos tenido conversaciones con obispos y hemos preparado bastante el tema de las posesiones. Hay un trabajo muy minucioso del equipo realizador, tanto Víctor Huerta, Mauricio Campos y Rodrigo Sepúlveda quienes se han preocupado de muchos detalles. Rodrigo viene del mundo del cine por ejemplo, donde los detalles son importantísimos y ha volcado todo ese profesionalismo en esta producción.

Hay un trabajo histórico, hay preparación, hay cuidado en no hacer tantas escenas de posesión juntas para cuidar el desgaste emocional en fin. Se está trabajando con mucha calidad y realismo lo que nos tiene a todos muy contentos.   

Acá vemos un caso de medicina o de religión

Todavía no tiene explicación, por eso es un tema súper delicado en el fondo. Está la Iglesia Católica por un lado y está la medicina por el otro. Lo que yo hice como actriz, en particular, fue trabajarme a mí misma con un terapeuta, saber por dónde iba a afrontar esto y desde esa parte lo estoy haciendo súper técnicamente. No me estoy involucrando mucho, al fin de cuentas son muchos meses grabando

Hay una carga especial en este personaje, ¿cómo lo manejas?

Llevo tiempo grabando y ha sido hasta el minuto muy bueno. Y, bueno, hago Bikram, entonces eso de repente me saca un poco del día tan agotador y también la producción se ha portado muy bien conmigo en el sentido de que, en vez de grabar cinco posesiones en un día, hacemos una a la semana o cosas así. En ese sentido, hemos tenido cuidado en el tema físico, energético y mental como para poder enfrentar este personaje.

¿Tomaste referencias del cine? ¿Quizás Linda Blair en "El exorcista"?

La verdad es que de Linda Blair nada. Estoy trabajando este personaje, la histeria del útero femenino, 100% desde mí y esa es mi manera de trabajar siempre. Si bien he visto películas, y admito que me dan un poco de miedo, he preferido no nutrirme tanto de ellas sino que hacer un trabajo más desde mi creación personal y desde lo que yo siento que es.

Este es un personaje importante, ¿marca algo en tu carrera?

Sí, claro que sí. Es un personaje que tiene muchas aristas, muchos matices y es un personaje verídico. Si bien no contamos exactamente el qué pasó en el caso de Carmen Marín, sí está basado en su caso, por lo tanto, hay un respeto mucho mayor en la interpretación y también en el desarrollo donde veremos confrontarse a la Iglesia Católica con la medicina. Algo que pasado los siglos sigue sucediendo.

¿Qué opinas de la polémica que genera la teleserie, la que incluye el caso de un sacerdote que se enamora abiertamente de una mujer?

Si bien esta teleserie es ficción igual me gusta que genere mucha conversación y debate del rol de la iglesia, de la sociedad, del mal uso del poder… Aunque uno no lo crea la sociedad del 1800 no ha cambiado mucho hasta el día. Hay que ser capaces de mirar la teleserie con altura de miras porque estamos en el año 2015 y es obvio que hay gente que esta de acuerdo y otra que no, y ambas opiniones son importantes.

¿Qué averiguaste sobre Carmen Marín para armar tu personaje?

Todo lo que existe de expedientes sobre el caso de la endemoniada desde que era huérfana en Valparaíso, hasta que llegó al convento de las hermanas de la caridad en Santiago haciéndose de su estado algo novedoso. Para la sociedad en ese minuto fue un show mediático dándole espacio a la Iglesia Católica para decir que tenían la solución, ya que sólo era el demonio y también la ciencia,  para hacer de ella un experimento haciendo grandes festines masivos con sus ataques.

Luego de que pasó el morbo de la gente de ver a una niña en esas condiciones, nadie se preocupó realmente de su caso y Carmen siguió con sus ataques, pero ya nadie la apoyaba. Lamentablemente terminó muerta en un pozo común. Una lamentable muerte para una niña que abrió la rama de psiquiatría en la medicina en nuestro país.

- Ese caso generó gran debate entre la iglesia y la psiquiatría. Los médicos se inclinaban por la epilepsia o histeria, ¿qué diagnóstico harías tú respecto a lo que le ocurría a ella en esa época? 

La Iglesia Católica, hasta el día de hoy, es casi más importante que el Gobierno. El empoderamiento de la verdad ante cualquier caso era fundamental para que la sociedad  confiara en la iglesia. Era una época muy ignorante respecto a muchas cosas y probablemente nos hemos puesto más ignorantes con el tiempo, porque no hay aún una verdad absoluta respecto a este tema.

Para la Iglesia Católica es el demonio, para la psiquiatría es histeria y para mí me baso en Platón: 'La mujer lleva en su seno un animal sin alma' que yo deduzco, que en tiempos de represión femenina tanto sexual como moral, y privación de cualquier acto de libertad de opinión o de acción, sale indiscutiblemente el espíritu sin forma.

¿Qué encuentra la gente en esta teleserie?

Tiene cuotas de realismo ya que está basada en hechos reales. Desde ya la historia es muy innovadora, primera vez que vemos el caso de una endemoniada en una teleserie nacional. El tema del exorcismo siempre ha llamado la atención y particularmente a mi me ha interesado mucho.

Además hay mucho romance, acción, traiciones,  muchas historias secundarias importantes que dan vida y muestran un Santiago olvidado y también hay amor, que siempre está presente en la vida de las personas.

¿Qué opinas del boom de las teleseries turcas?

Creo que es importante de que haya diversidad de ficción, que el público pueda tener distintas opciones para ver. Pero también creo que es importante que la ficción nacional (series, teleseries, etcétera) sea apoyada y que se invierta en los contenidos nacionales, un contenido que sea bueno para que la gente lo vea.

Revisa el especial de La Poseída en este link.